En el encuentro “Estudios sociales de los cuerpos y las emociones” Adrián Scribano, académico de la Universidad Nacional de Villa María de Argentina, expuso sus ideas centrales sobre el cuerpo y las emociones como objeto de estudio social. A continuación ustedes podrán leer sobre algunas de sus ideas expuestas, las cuales, sin lugar a dudas, son un segmento de todo lo que realmente planteó en su presentación. Si desean ahondar más en sus tesis en torno al cuerpo y las emociones desde y sobre América Latina pueden visitar los siguientes enlaces:
Sabiendo que el cuerpo y las emociones como objeto de investigación es posible abordarlo desde “a) el cuerpo como centro de la construcción y reproducción institucional (educación, salud pública, organización del trabajo, etc); b) el cuerpo como territorio –primario- de las prácticas “colonizadoras” de lo social (cuidados corporales, modas, cirugías, etc)”(Scribano,2010: 6) se podría decir que Adrián Scribano se focalizó en esta ocasión en “el cuerpo como locus del conflicto social, dominación y rebelión (sexualidades, movimientos sociales, exclusión, violencia, etc)”(Scribano, 2010: 6). Antes de continuar, es imprescindible, para una mejor comprensión del planteamiento de sus ideas en torno al cuerpo y las emociones, conocer su concepción del capitalismo, la que describe como una “… gran máquina depredatoria de la energía -especialmente corporal- que ha transformado, configurado-redefinido sus mecanismos de soportabilidad social y los dispositivos de regulación de las sensaciones, al tiempo que es un gran aparato represivo internacional” (143). A partir de esta concepción se perfila la estructuración social del capitalismo como un “secuestro corporal”. Desde esta perspectiva se profundiza sobre la corporalidad y sensaciones en la teoría social desde la teoría crítica hasta las teorías dramatúrgicas, haciendo uso de nuevas y diversas conceptualidades como energía corporal, capital corporal, geometría de los cuerpos, dispositivos regulatorios de las sensaciones, soportabilidad social, etc.
En un primer momento, Adrián Scribano se focalizó en la energía como medio para la concentración monopólica del capital, la que no sólo proviene del aire, agua, tierra, sino también de los cuerpos que se encuentran “socialmente disponibles y consumibles” (Scribano, 2010: 144). La regulación de esta energía corporal se posiciona en el centro de lo que se conoce como utilidades económicas. Junto a esta idea se posiciona el capital corporal, entendido como condición de existencia alojado en el cuerpo del individuo, cuerpo subjetivo y social en torno al que son distribuidas las sensaciones. Un ejemplo concreto son los cuerpos destinados y no destinados al hambre, en los cuales el capital corporal determina sus sensaciones y su energía corporal.
A continuación, se expuso el manejo de dispositivos que buscan regular las expectativas por medio de los mecanismos de soportabilidad social y los dispositivos de regulación de las sensaciones, los que cobran particular importancia en el estado actual de lo que se denomina “imperialismo”, en donde el cuerpo se entiende como un locus, es decir, un espacio o lugar para la conflictividad y el orden sobre el cual se ha incorporado, hecho cuerpo, una economía política de la moral (modos de sensibilidades, prácticas y representaciones). De este modo se van configurando los mecanismos de soportabilidad social. Por otro lado y en la misma línea se encuentran los mecanismos de regulación de las sensaciones, “tensión en las maneras de apreciarse-en-el-mundo que las clases y sujetos poseen” (Scribano, 2010: 146), pues son procesos en los que tienen cabida la elaboración, selección y clasificación las percepciones.
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